El olor a libertad sabe a ti.

La esperanza es lo último que se pierde o eso dicen.

Me he dado cuenta de que ya no te necesito, has pasado de ser lo primero en lo que pensaba al despertarme a ser la nada.

Ya no me haces ningún bien y la culpa puede que sea tuya, o mía, porque nos dejamos convencer de que siempre existiría un siempre.

Y es que no queda nada, excepto una triste ilusión que baila con la agonía, 
y es que no queda nada más que trozos, de lo que pudo haber sido mi amor.

Me he dado cuenta de que te quiero, y puede ser la primera vez en mi vida,
me he dado cuenta de que duele porque el olor a libertad sabe a ti, pero huele sueños rotos.

No queremos lo mismo, porque no somos los mismos.
Perdimos la magia, al echar cuatro polvos.

Y me gimes que te ame, que te ame con los brazos abiertos, que te quiera entre cada desnudo, que te pinte con los labios y te bese con los dedos; pero es que ser tu última opción ya no es tan divertido, porque me cansé de abrirme de piernas por un simple te quiero, porque no hay nada más humillante que escribirte, para luego dibujarte sabiendo que tú no volverás,
que por mucho que mire detrás de mi espalda no habrá nadie.

De follar a escondidas a follar como desconocidos, somos la gota que colma el vaso.

Lo siento pero no puedo dejar de quererte 

Porque está es la primera vez en mi vida, que te miro y no sólo siento deseo.

Y es que prefiero quedarme ciega antes de verte marchar de mi lado.

Porque al fin de cuentas nunca se me dio bien perder.

Fóllame,

porque ya no sé donde empiezas tú y donde acabo yo,

fóllame ,

porque no conocemos los límites

El olor a libertad sabe a ti.

Pero huele a futuro y a esperanzas rotas.