Morir.

Me mataste, me dejaste morir que viene a ser lo mismo.
Volví a ser la puta de la esquina,a la que le echabas un polvo para luego irte.
Me duele profundamente no haber encontrado mi infierno,y es que estoy muerta por dentro, que dudo que no hayas olido la putrefacción, y el alcohol me quema,escociéndome la garganta, pero me gusta esa sensación¿sabes?.
Ultraviolencia.
Sentía como era el final del mundo,mientras caía y me dejaba morir,no era como si quisiera apretar el gatillo, pero me odiaba.
Todo lo que sale de mi mente es incoherente y siento como sale a borbotones,aún recuerdo el dulce sabor de la sangre oxidada, saboreándome los labios.
Y me duele,me duele el no poder hacerte daño, cuando terminó siendo yo la dañada y aún así te pido más.
Tengo la imperiosa necesidad de fumarme un paquete de tabaco,mientras saboreo la última gota de tequila recorriendo mi garganta pero se me acaba y lloro porque no tengo más. 
Me creo inmortal y salto desde la buhardilla en la que me besaste;me mataste,me dejaste morir que viene a ser lo mismo.
Y mientras caigo,cierro los ojos,mientras saboreo la dulce sensación de la nuca tocando mi pelo, siento como mi cuello se rompe, dejándome ir.

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