Bés(ame) pero con los dedos

Nunca entendí, porque era tan difícil dejar de quererte,
si cada palabra sabía a poco.

Quisimos besarnos con los dedos, 
y pintarnos con los labios. 

Nunca supe si querer era tu peor fuerte, o tu mejor fallo.

Porque me quieres con ganas, para luego romperme el alma, y me matas a besos para luego llenarme después de lagrimas.

Y es que el silencio ya no es una opción, quererte tan poco y sentirte tan dentro.

He aprendido a contar con los ojos cerrados, 
para que la lujuria se desenvuelva entre mis dedos,
 para que la melancolia me gima al oído.

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